EDITORIAL

EL RETO DE LA INDEXACIÓN

Con satisfacción entregamos esta edición de ORINOQUIA, medio de comunicación de la Universidad de los Llanos en el cual se presentan resultados de trabajos de investigación acometidos especialmente en la región Orinocense. Nos complace poner a su disposición este ejemplar que incluye variados temas sobre los cuales existen preocupaciones de investigación en la Universidad de los Llanos, preguntas que comienzan a tener algunas respuestas, a sabiendas de que cada una de ellas nos conduce a nuevos interrogantes, los cuales se intentarán resolver a pesar de la fragilidad regional en tanto capacidad instalada para producir conocimiento científico.

Durante este último año la Universidad de los Llanos ha comenzado una etapa de revisión de su Sistema de Investigaciones, para fortalecerlo como baluarte misional que permita asumir de manera integral la función productiva por excelencia de una institución universitaria: conocimiento e interpretaciones de la realidad, aún mas allá del compromiso de realizar proyectos de investigación, mantener una actitud crítica coherente, sistemática y rigurosa que, con todo y sus exigencias de esfuerzo, persistencia y disciplina, retribuya con satisfacción duradera cuando sus productos sean apropiados como factor de cambio de nuestra compleja realidad regional. Los científicos y también los principiantes de investigación debemos tener clara la responsabilidad de mostrar nuestro saber, y más allá, no solo mostrar sino demostrar, como lo pedían los clásicos, objetivando resultados contextuales, por escrito para su difusión, pero sobre todo, para su enseñanza. Para retribuirle, construyendo caminos como Universidad, a una sociedad que culturalmente no es dada a prohijar la producción científica como condición para su desarrollo. Debemos intentar inducir tal cambio cultural para que la presentación del nuevo conocimiento de forma sistemática, permita mejorar tanto en capacidad de auto-reflexión como de aplicación concreta del conocimiento en beneficio de la calidad de vida.

Con este número de ORINOQUIA, 7 (1,2)/2003, persistimos en el empeño de su búsqueda de indexación, no como acceso al reconocimiento mecánico de méritos según los dictados de una calentura “formatizadora” para hacer visibles ciertos medios de divulgación so pena de restringir la redistribución de recursos públicos, o como una moda para aparentar complejidad institucional, sino como consecuencia lógica del esfuerzo mantenido por presentar aquí productos de investigación tomando a la región de la Orinoquia Colombiana como ámbito de conocimiento general. Sin apartarnos, como medio universal, de aceptar colaboraciones de otras fuentes que cumplan con las normas editoriales establecidas. La indexación como reconocimiento lógico de su calidad, por la importancia de los resultados que aquí se entregan, por el cuidado cada vez más escrupuloso en la revisión de los textos, teniendo en cuenta la pertinencia de los mismos frente a nuestra compleja y aún ajena realidad, vista a través de la(s) evidencia(as) e interpretación(es) científica(s) de nuestra lente académica.

La Universidad Colombiana debe servir a su propósito público de conocer la realidad e interpretarla en servicio de la sociedad, debe argumentar con claridad hasta que tomemos conciencia de que a pesar de vivir en un privilegiado territorio, más de la mitad de los colombianos sufren en medio de la pobreza y que millones de compatriotas se debaten en la indigencia. La Universidad pública tiene entre sus obligaciones el presentar alternativas para reinventar este país, pues el fin del conocimiento es orientar las transformaciones de la sociedad. Debemos comprometernos en combatir todo tipo de pobreza; ya sea espiritual o material (generalmente de la mano, como caras de una misma moneda), ocuparnos en construir alternativas asumiendo el llamado de los perspicaces apuntes de William Ospina: “La pobreza no es problema de los pobres, es problema de toda la sociedad, y bien dijo Bernard Shaw hace muchas décadas que permitir que haya miseria es permitir que la sociedad entera se corrompa.”

Pedro René Eslava Mocha

Director IIOC.